
Un aluvión de sangre enamoradase derramó del suelo hasta mi asombro,y mi dolor, perito en alboradas,regresó a su guarida entre mis hombros.
Y ya ¿qué hacer con él, fijo en el centro,en el meollo mismo del espanto?¿Dónde ubicar a quien se quiso tanto,que tanto duele ahora tiempo adentro?
Tendré que revisar los elementos con que se nutre la raíz del canto.
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